En vacaciones no tiene por qué ser todo sol y playa. La arena de la playa y el mar nos abren un abanico de posibilidades para la práctica de deporte en todas las estaciones del año. Pero en la montaña e incluso en entornos urbanos, podemos disfrutar de unas vacaciones en familia, con amigos o en grupo, sin dejar de hacer aquello que más nos gusta: el deporte, bien sea deporte en la playa, en la montaña o deportes acuáticos por ejemplo, en campamentos deportivos.
Algunas de las ofertas más completas para no perder mucho tiempo organizando viajes son los campamentos deportivos orientados a los más pequeños y a los jóvenes de la familia, mientras que existen otros complejos que ofrecen estancias con una variedad elevada de deportes a practicar tanto en edad como en diversidad de disciplinas.
En los años 80 y sobre todo en los 90, se extendieron estas nuevas formas de disfrutar de las vacaciones en la naturaleza incluyendo el factor deportivo, pero ¿Cuáles son los principales beneficios de este tipo de vacaciones deportivas?
1.- Sociabilidad
Sobre todo para los niños, en los campamentos deportivos que, en numerosas ocasiones incluyen actividades de idiomas o de aprendizaje general, pueden abrir su círculo de amigos desarrollando habilidades sociales a través de la práctica del deporte en equipos, como el baloncesto, fútbol, voleibol, y otros individuales como el tenis o tenis de mesa.
En las vacaciones multiaventura también desarrollamos la sociabilidad, ya que se suele coincidir con otros grupos participando en las diferentes actividades deportivas, algo que no sucede de forma tan sencilla, si viajamos solos con la familia.
2.- Iniciación en nuevos deportes
Se trata de un buen momento para practicar aquellos deportes que nuestra vida diaria no nos permite realizar con la regularidad que nos gustaría, o incluso descubrir nuevos deportes que por el enclave en el que se encuentran pueden ser, para algunos menos practicados. Tirolinas, descenso de ríos, escalada, kayak, piragua, ciclismo de montaña, son deportes en los que podemos iniciarnos en compañía de monitores, y quién sabe, si comenzar a practicarlos de forma regular.
3.- Mantenimiento
En los periodos vacacionales las tentaciones aumentan y en muchas ocasiones, aunque nos lo proponemos, se convierte en una tarea prácticamente imposible, mantener el ritmo deportivo que establecemos fuera de las vacaciones. Optando por este tipo de vacaciones, puedes mantener tu forma física casi sin darte cuenta y sobre todo, sin planteártelo como una obligación.
4.- Desconexión mental
Desplazarnos a un entorno natural ya sea en la costa o en la montaña, o a las afueras de una ciudad ayuda a romper la rutina diaria. Sobre todo si nos desplazamos para pasar unos días, por pocos que sean, nos ayudaran a volver al entorno habitual habiendo dado un descanso a nuestra mente. Realizando deporte además, ayudaremos a nuestro organismo a descargar tensiones y a oxigenar nuestros músculos.
5.- Motivación
El hecho de plantear unas vacaciones con la práctica de nuevos deportes o que no podemos realizar habitualmente, incluye a nuestros deseos de vacaciones un valor añadido, sobre todo en los niños, que ya aventuran que no van a tener ni un segundo de aburrimiento. El iniciar nuevas actividades favorece la motivación y la curiosidad por descubrir nuevos entornos y deportes.
Si no sabes qué hacer en vacaciones, te recomendamos éstas alternativas. Una buena forma de practicar deporte mientras descansamos de la rutina habitual pueden ser los campamentos deportivos.
Fotografía Creative Commons