El billar es una de esas actividades que puedes realizar como divertimento o como deporte, dependiendo de la filosofía y del nivel de juego. Podemos encontrar mesas de billar en bares, centros recreativos o incluso en la zona de juegos de las urbanizaciones, y por qué no, en casa. El billar permite echar unas partidas incluso sin tener grandes conocimientos, eso sí, cuanto más practiques más disfrutarás realizando golpes y carambolas a cual más difícil. El billar no tiene límite de edad y también pueden practicarlo personas con discapacidad.
Existen varias modalidades de juego dentro del billar más clásico, el de introducir los dos grupos de bolas en cada esquina para finalizar con la bola negra. Esta modalidad es el billar americano o pool. Dentro del pool, existen varias modalidades, como el Bola 8 o Bola 9. Otro tipo de juego es el billar inglés o también llamado Snooker, que utiliza 21 bolas y además, cada una de ellas tiene asignada una puntuación. La mesa sobre la que se juega es de medidas superiores a las mesas de billar americano.
Otra modalidad es el billar español o chapolín de carambolas. En este caso las bolas tienen una puntuación correspondiente a su número salvo la blanca, que vale 5 puntos. La mesa se divide en dos bandas y los equipos siempre deben introducir sus bolas en su banda elegida para poder puntuar, si se encaja una bola en la banda contraria se pierde el turno.
La versatilidad de una mesa de billar y sus múltiples opciones ha dado lugar a que podamos encontrar mesas en diferentes espacios. Aprovechar cualquier momento de ocio jugando una partida de billar puede ser una forma muy buena de pasar el rato por la diversión y los beneficios que aporta a nuestra salud.
Jugar al billar también desarrolla la competitividad y la resolución de errores
El billar es un juego que desarrolla nuestra capacidad de concentración, por lo que es especialmente beneficioso para personas que sufren de ansiedad o estados de estrés. Además es un deporte recomendable para desarrollar habilidades de toma de decisiones y de análisis de situaciones, algo a lo que nos enfrentamos en la vida diaria en cientos de ocasiones. El juego de carambolas desarrolla también la percepción de espacios y la capacidad de abstracción, ya que recurrimos a las matemáticas y a la geometría para anticipar golpes, porque siempre que realizamos un tiro además tratamos de dejar la bola bien situada para el siguiente golpe.
Jugar al billar también desarrolla la competitividad y la resolución de errores así como la capacidad para aprender de los mismos errores y tratar de disminuirlos. Unos beneficios que nos ayudan en definitiva a desarrollar capacidades para situaciones similares que nos podemos encontrar en el ámbito laboral. Por otro lado, los más pequeños aprenden valores como la responsabilidad individual o el juego en equipo y la resolución de problemas en equipo si se juega en parejas.
Como ves, sus beneficios son muchos igual que sus modalidades. Así que disfruta del billar y a eliminar tensiones.
Foto: Flickr – Billares de Buenos Aires