chica jugando al pádel

Cómo controlar las emociones en el pádel

En el transcurso de los partidos de pádel se viven un gran número de emociones que pueden alterar nuestro juego y sacarnos del encuentro. Por ello, es necesario saber controlar los nervios y la ansiedad para que nuestro juego no se vea afectado provocando más fallos de los que solemos cometer habitualmente.

Hay una serie de cualidades que diferencian a los jugadores de menor nivel de los buenos jugadores de pádel profesional, y se centran principalmente en saber mantener la concentración, mentalidad y capacidad de aguantar la presión.

Céntrate en el presente

Una de las técnicas que debemos evitar para jugar al pádel es pensar en el futuro antes de que ocurra. En multitud de ocasiones cuando nos encontramos a un punto de ganar un juego o un set, empezamos a pensar de manera involuntaria en los siguientes puntos, lo que nos provoca la pérdida de concentración y la tensión y como resultado podemos acabar perdiendo ese punto o juego. Céntrate en el presente y mantén tu atención en el siguiente golpe.

Preparación mental

Saber controlar la tensión y la ansiedad durante un partido es esencial para no bloquearnos física y mentalmente. Por ello, es necesario que nuestros entrenamientos de pádel se centren tanto en la técnica de nuestros golpes como en la preparación mental de las situaciones que nos podemos encontrar a lo largo de un partido.

En ocasiones, cuando un encuentro no se está desarrollando como nos gustaría, es necesario cambiar la forma de juego o nuestra táctica y no tener la capacidad de hacerlo puede provocar despistes, pérdida de ritmo y que nuestro juego se vuelva tenso, y este bloqueo mental nos puede llevar a que se nos encoja el brazo en el momento de golpear pelota y nos entre el miedo a fallar.

Piensa en positivo

Fallar un punto, verte por detrás en el marcador o sentir que no estás jugando como sabes realmente, suele provocar en los jugadores los pensamientos negativos: “Cómo he podido fallar eso”, “Soy un desastre” o “Vamos a perder por mi culpa”. Esto provoca que entremos en un bucle negativo del que es difícil de salir. Hay que practicar la limpieza emocional y parar el primer pensamiento negativo después de cometer un error para volver al pensamiento positivo a pesar de cualquier fallo. Puedes apoyarte en tu compañero para volver a recuperar tu juego y volver al camino correcto.

Recuerda que lo más importante cuando disputes cualquier partido de pádel no es ganar o perder, sino que cuando acabes tengas la sensación de haberte divertido jugando y que has dado tu máximo nivel. Así que controla tu emociones en el pádel, coge tu pala de pádel, y a disfrutar.

Fotografía: Creative Commons