El voleibol es uno de esos deportes que se practica en cualquier época del año ya que puede jugarse en interior, exterior y la variante del vóley playa.
El voleibol nació en Estados Unidos de la mano de William G. Morgan, profesor de educación física de la YMCA en 1895, pero no será hasta 1912 cuando se establezcan las primeras reglas básicas y en 1922, cuando se regulen el número de toques y los puntos de ventaja.
No fue hasta 1947 el nacimiento de la Federación Internacional de Voleibol y ya en 1949 la primera participación del voleibol en unos Juegos Olímpicos.
A Morgan le debemos incluso el diseño del primer balón de voleibol que diseñó y ordenó fabricar a A.G. Spalding & Bros. El propio Morgan explicaba que “había la necesidad de un balón; se trató de utilizar la tripa del balón de Baloncesto pero se comprobó que era demasiado liviana y lenta; entonces se probó con el mismo balón de baloncesto, pero era demasiado pesado y grande. Finalmente se decidió que un balón hecho a semejanza del actual era lo que necesitábamos. El balón era de cuero, tenía una tripa de goma, su tamaño era entre 25 y 27 pulgadas de circunferencia y su peso estaba entre 9 y 12 onzas”.
La fabricación de balones en la actualidad nada que tiene que ver con el diseño de Morgan. En la actualidad los balones de voleibol siguen el reglamento establecido por la FIVB. La marca que se encarga de la fabricación de éstos balones de Molten, pero existen otras marcas en el mercado.
Las medidas son de 65-67 cm y un peso de 260-280 g. además debe tener una presión inflada de 0,300 y 0,325 kg/cm². El acabado de los balones de voleibol puede ser P.V.C, cuero o Flistatec, tecnología creada y registrada por Molten. Suelen estar realizados con 18 paneles y cámara de butilo.
Si te inicias en el voleibol, algo muy importante es que no confundas el balón de voleibol con el balón de vóley playa, si bien las medidas no son muy diferentes (66-68 cm), en la presión hay más diferencias 0,175 a 0,225 Kg/cm². Sobre todo, si sientes dolor por el golpeo del balón, no lo deshinches ya que lo único que conseguirás es que te provoque más dolor. Entrena y verás como tus brazos poco a poco se fortalecen, pero sobre todo, elije un balón de voleibol adecuado, a tu edad y a las condiciones de la pista.
Fotografía: ¡MATE! -Alberto Mira Mora – Flickr