Durante el 2013 la controversia sobre el material para la fabricación de las pelotas de tenis de mesa aumentó ante la declaración de la Federación Internacional de Tenis de Mesa de su intención de aprobar el cambio de material.
Tradicionalmente, los cambios en los materiales deportivos suelen ser aceptados de forma positiva sobre todo cuando favorecen a los intereses en el juego de los deportistas. Sucede en el tenis, baloncesto, fútbol… deportes en los que el balón son un elemento principal de juego. En el tenis de mesa no está sucediendo lo mismo, precisamente, porque el cambio de material de las pelotas no acelera sino que ralentiza el intercambio del peloteo.
Celuloide, material tradicional
Pese a que parece que estemos hablando de cine, el celuloide es el material que hasta el momento se ha estado utilizando desde 1890, para la fabricación de las pelotas de tenis de mesa. Su gran inconveniente es que se trata de un material tóxico e inflamable. El origen de este material está en el nitrato de celulosa y que implementado con otros dos componentes químicos, que también se utilizan para la fabricación de la nitroglicerina, convierte al celuloide en un material ligero pero inflamable al mismo tiempo.
La ligereza de este material favorece la velocidad y los efectos mientras que el bote en los rebotes con la mesa no son muy fuertes.
Plástico, futuro inmediato
El plástico se ha convertido en el sustituto del celuloide a pesar de las críticas que ha suscitado el cambio de material. Jugadores como Timo Boll, la Federación francesa de tenis de mesa, como la mayoría de los jugadores chinos, han declarado que este cambio perjudica enormemente al juego que precisamente, tiene como gran atractivo la velocidad de juego. En el último número de la revista USA Tennis Table titulaban el número «El inicio de la era del plástico: ¿drástico o fantástico? En Internet también podemos encontrar comparativas entre los dos tipos de pelotas, como el que os ofrecemos a continuación realizado por PingSkills.
Además de la negativa de algunos jugadores y federaciones, por otro lado nos encontramos con la negativa de algunas empresas de fabricación de pelotas de tenis de mesa a fabricarlas o incluso a su reparto y distribución, sobre todo por su alta capacidad inflamable, como es el caso de la compañía DHL.
Pero en esta controversia, como en la mayoría de cualquier temática, también hay espacio para las «conspiraciones». El rumor de que la aprobación de las pelotas de plástico ralentiza el juego y con ello favorece al espectáculo, ha puesto a la ITTF en el punto de vista de los más contrarios a las pelotas de tenis de mesa de plástico.
Este no es el primer cambio que sufre la pelota de tenis de mesa. Ya en Sidney 2000 el tamaño de la bola fue modificado de 38mm a 40mm, una medida que también afectaba a la velocidad de juego y que finalmente fue aceptada. ¿Sucederá lo mismo con las pelotas plásticas? Tendremos que esperar unos meses para saberlo.
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