Cuando ya eres un jugador de pádel avanzado o experto, sustituir la pala habitual por una nueva puede no ser una tarea sencilla. Conoces tus habilidades y qué aspectos de la pala se adaptan a tu juego, pero cuando te inicias en este deporte, elegir una pala puede ser toda una odisea. Materiales, formas y nivel de juego serán aspectos fundamentales a los que tienes que prestar atención cuando vayas a comprar una pala de pádel.
Podemos comenzar por la forma de la pala que es lo primero que nos llama la atención. La forma de la pala determina en gran medida el control que vamos a tener sobre nuestro juego al golpear la bola. Existen tres tipos de pala en base a su forma: redonda, lágrima y diamante.
1. Redonda: Son las menos estéticas pero las más manejables. Esto es porque la zona de mayor peso de la pala se encuentra cerca de la empuñadura, por lo que sentimos un mayor control y equilibrio (también llamado balance) que las hace muy manejables. Son las más recomendadas para los principiantes por este aspecto, aunque también encontramos a profesionales que optan por este tipo de raqueta.
2. Lágrima: Las palas con esta forma son las más neutrales al mantener su peso y zona de equilibrio en el punto medio de la pala. Esto hace que sean palas versátiles que se adaptan a formas y niveles de juego.
3. Diamante: Estas palas distribuyen la fuerza de nuestro golpeo hacia la cabeza que tiene una forma acercándose a la línea recta. El control es menor pero la potencia es mayor. Están recomendadas para jugadores avanzados que controlan la técnica o para aquellos que quieren primar la potencia en su juego.
Las cabezas de las palas suelen estar fabricadas con dos o tres capas de materiales diferentes. La primera capa o la que se sitúa en el centro suele estar realizada en goma FOAM o goma EVA. Estos dos materiales determinan en nuestra pala que sea más ligera y mejor transmisión de la energía (FOAM) o que sea más resistente pero también pese más (EVA).
La segunda capa está compuesta por fibras de diferente gramaje (espesor) que pueden ser de: vidrio, carbono o Kevlar. La fibra de vidrio es muy ligera y blanda o moldeable, por lo que son menos resistentes y necesitamos golpes potentes para darle a la bola la fuerza suficiente. La fibra de carbono es la más utilizada. Son duras, por lo tanto resistentes y necesitan menor potencia en el golpeo. La fibra Kevlar es la más dura y resistente, pero por ello también puede ser menos aconsejable para los que se inician ya que una excesiva potencia puede hacer difícil el control y desarrollo de la técnica.
Combina estas características con tu nivel de juego y tu gusto estético y elije pala para empezar a practicar este deporte de moda.
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