Chico caminando

Los beneficios de caminar: realidad frente al mito

Mucho se ha escrito sobre los beneficios de caminar como actividad deportiva y saludable para nuestro organismo. Sus beneficios consideramos que son hoy día innegables. Otra cosa bien distinta es lo que le sucede a muchos deportistas, que consideran que caminar es sólo una actividad complementaria y que no se debería tener en cuenta como actividad deportiva, o incluso como forma de perder peso. Caminar y sus beneficios van mucho más allá.

Un estudio realizado y publicado por la Asociación de Viandantes A Pie de Madrid resume cual ha sido la evolución de la bipedestación del ser humano, así como sus principales riesgos y beneficios, sobre todo en de caminar en el entorno urbano.

Desde esta asociación, que recomendamos por el número de boletines que publica y sus diferentes temáticas sobre la actividad de caminar, destacan principalmente los siguientes beneficios directos e indirectos sobre caminar de una forma regular:

Beneficios directos

Reduce el riesgo por enfermedad cardiovascular y en particular enfermedades coronarias.

Previene y retrasa el aumento de la tensión arterial y el colesterol.

Mejora la capacidad cardiorespiratoria.

Reduce el riesgo de desarrollar diabetes del tipo II.

Aumenta o alarga la salud del sistema músculo-esqueletal, disminuyendo la posibilidad de fracturas en edad avanzada, o retardando la aparición de enfermedades óseas como la osteoporosis, el reuma o la artritis reumatoide.

Reduce diferentes enfermedades psicológicas como la depresión o el declive cognitivo. El aire libre, pasear bajo el sol y reunirse con otras personas para caminar o el encuentro fortuito durante el paseo ayuda a la interacción social a aquellas personas que deciden caminar, una actividad que las personas que se sienten solas pueden realizar sin sentirse cohibidas por no ser una actividad colectiva.

Beneficios indirectos

Destacan sobre todo beneficios para el propio practicante de la actividad de caminar así como para la sociedad en su conjunto. Al promover el transporte a pie favorecemos la disminución de contaminantes, lo que a su vez puede reducir los riesgos de empeorar enfermedades cardiopulmonares o coronarias.

Se reduce además el ruido provocado por el tráfico, algo que no es baladí, ya que como señalan en el propio estudio: los principales efectos del ruido sobre la salud incluyen dolor y fatiga auditiva, pérdida de audi­ción, molestias, interferencia con las actividades sociales y con la comunicación, perturbaciones del sueño y sus consecuencias (estrés, fatiga), efectos cardiovasculares, respuestas hormonales, así como descenso del rendi­miento escolar y laboral. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2011).

Pero caminar también sirve para adelgazar, lo creemos nosotros pero también lo señalaba por ejemplo Pablo Aranda, especialista en Medicina Deportiva del Igualatorio Medico Quirúrgico, en una entrevista concedida al diario El Correo. En esta entrevista, Aranda señala que si queremos perder peso caminando debemos sobre todo realizar la actividad durante 50 minutos cuatro o cinco días a la semana y comenzando con un calentamiento de unos 15 minutos. Para que sea efectivo hay que mantener un ritmo de 5 o 6 km la hora durante el ejercicio o por lo menos durante 30 minutos. Controlar la respiración y mantener una postura correcta e hidratarnos constantemente. Hacernos con un pulsómetro nos ayudará a mantener las pulsaciones entre 60 y 75 pulsaciones por minuto y siempre con ropa y calzado para caminar o correr que sea adecuado. Sólo realizando la actividad de caminar en estas condiciones conseguiremos realizar una actividad física completa que además nos ayudará a quemar calorías.

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