A la hora de comprar una bicicleta de spinning o ciclo indoor si no somos muy expertos, debemos atender a varios elementos para conocer un poco mejor qué mirar y preguntar cuando vayamos a hacer nuestra compra.
Algunos de esos elementos fundamentales ya los hemos analizado en otras entradas del blog de Dondeporte.com como son los pedales y el volante de inercia. La resistencia que ejerce la bicicleta cuando pedaleamos se produce a través del sistema de frenado. En la mayoría de las bicicletas del mercado, la mecánica de frenado se produce por fricción (el sistema clásico) o a través del frenado o resistencia magnética. Veamos cuáles son las principales diferencias y algunos modelos como ejemplo.
1. Sistema de resistencia por zapatas
Este sistema es el que utilizan la mayoría de bicicletas, no sólo las de ciclo indoor sino que también lo utilizan las bicicletas estáticas o las bicicletas de montaña.
En estos modelos, la frenada o resistencia, se produce al entrar las zapatas en contacto con la rueda. Las zapatas están situadas sobre la rueda en la parte más cercana a la estructura, o a cada lado de la rueda si el sistema de frenos es de tipo patín. Los materiales de fabricación son muy diversos, como el fieltro. Al funcionar por fricción debemos tener en cuenta el desgaste que se producirá en las zapatas, que deberemos cambiar cada cierto tiempo para que la resistencia sea equilibrada. Esto no es un problema ya que casi todas las marcas fabrican sus propios recambios de venta individual y suelen cambiarse de forma sencilla.
Las bicicletas que incluyen este sistema suelen ser más económicas, lo que no quiere decir que sean peores que las bicicletas de resistencia magnética. Si vas a practicar spinning de forma ocasional o a una intensidad media baja como ejercicio de mantenimiento, una bicicleta con este sistema puede ser suficiente para ti. Algunos modelos que incluyen este sistema son la Enebe Fitness FX20 o la Enebe Fitness Speed Pro.
2. Sistema de resistencia magnética
Este sistema no funciona por fricción por lo que el pedaleo en este tipo de bicicletas es mucho más silencioso, aunque muchos modelos con el sistema de zapatas han mejorado de tal forma que son también muy silenciosas.
La frenada se produce a través de imanes que son los que ejercen la resistencia sobre el volante de inercia. Al no entrar en contacto directo ambos elementos no se produce desgaste, como era el caso de las zapatas. Al evitar el rozamiento, la resistencia suele ser más estable y se evitan posibles saltos por los cambios de ritmo. Las bicicletas que incluyen este sistema de resistencia suelen ir acompañados de volantes de inercia de menor peso, para que la sensación de pedaleo sea lo más parecido al rodaje en una bicicleta de carrera.
Conociendo la utilidad de cada elemento de las bicicletas de ciclo indoor podrás descubrir la que mejor se adapta a tus necesidades sin llevarte sorpresas.
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Un artículo muy bueno, felicidades!