Spinning: motivación y resistencia

entrenamiento con bici de ciclismo indoor

Desde hace años el spinning se ha asentado en las sociedades occidentales como uno de los deportes más practicados en entornos cerrados. La combinación de varios factores ha dado lugar a éste éxito que no todos los deportes consiguen, y de eso es de los que os vamos a hablar ésta semana.

El spinning nació en 1980 de la mano del sudafricano Jonathan Goldberg. Su intención era participar en la carrera que se celebraba entre Los Ángeles y Nueva York. Decidió entrenarse en casa con una bicicleta estática diseñando una tabla que constaba de tres posiciones para coger el manillar y cinco movimientos para ejercitar los diferentes músculos de las piernas. El objetivo era fortalecer la resistencia de sus piernas y al mismo tiempo, su sistema cardiovascular. Para hacerlo más llevadero y distendido, acompañó el entrenamiento con música.

Claves del éxito: sus beneficios

Para practicar el spinning no es necesario contar con experiencia o con entrenamiento previo, ya que las sesiones siempre son guiadas por monitores. Ellos nos indican en qué momentos aumentar o disminuir la resistencia de las bicicletas para que el entrenamiento sea efectivo. El buen monitor se adaptará a los niveles de la clase, dando indicaciones para los más avanzados y alternativas para los que se inicien en el deporte. Los que se enfrenten a su primera clase, no deben dejarse llevar por la motivación y energía que se desprende en éstas clases, ya que si no se adapta la resistencia a la condición física, sí se pueden sufrir lesiones tales como las distensiones musculares. Y sobre todo, no olvides pedir al monitor que fije la posición del sillín de tu bicicleta y bebe agua durante toda la sesión. Por tanto podemos decir que es un deporte para todos.

El spinning se practica en grupo, por lo que aumenta la sensación de pertenecer a un equipo. Esto nos puede ayudar a concetrarnos en la actividad que realizamos y olvidarnos de las preocupaciones. Junto a la música, la atmósfera que se crea (se suele escenificar que vamos haciendo rutas al aire libre y se juega con las luces de la sala),  y el objetivo de alcanzar la meta, se consigue reducir el estress, la gran enfermedad de nuestro tiempo.

¿Conseguir fortalecer músculos, huesos y sistema cardiovascular con un mismo deporte? El spinning lo consigue. Al tratarse de un ejercicio aeróbico, ayudamos al corazón a fortalecerse, de manera que con menos bombeos de sangre transporte más cantidad, consiguiendo así que nuestro corazón trabaje de forma eficiente. Además ayudamos a endurecer el tejido de nuestras arterias, consiguiendo que sean más difíciles de romper y con ello evitar riesgos de graves infartos.

Nuestros huesos también se entrenan. Por un lado conseguimos que sean más sólidos y resistentes, y por otro lado desarrollamos los ligamentos y músculos que rodean a las articulaciones. Cuando somos jóvenes, no le damos tanta importancia a esto, pero éste tipo de entrenamiento es esencial para llegar con unos huesos fuertes a la vejez. Así disminuiremos el riesgo de roturas de cadera o rodillas producidas por las caídas, tan típicas en los mayores.

Hacer ejercicio montado en una bici de spinning, además es un deporte perfecto para quemar grasas, sobre todo las localizadas en piernas y glúteos.

Y tú ¿practicas spinning?

Fotografía: FaceMePLS – Nationale Sportweek