Como todo deporte de raqueta, las palas de ping pong sufren un intenso desgaste a lo largo de entrenamientos, partidos y pachangas. Su constante golpeo con la bola, así como otras rozaduras con superficies como la propia mesa de ping pong o el cuerpo del jugador, nos obligan a tener un cuidado constante y minucioso para que nuestra pala se mantenga en perfecto estado, el mayor tiempo posible. Sigue leyendo